Las personas alérgicas a pólenes estuvieron mejor durante la primavera de 2020, gracias a la extensión del uso de las mascarillas.
Así lo indica la doctora Laia Prat, coordinadora del Servicio de Alergología del Hospital Trueta-Santa Caterina en declaraciones al periódico La Vanguardia.
Prat cifra entre un 70% y un 75% de los pacientes con alergia al polen se encontraron “mejor” durante el periodo antes señalado. Además estos pacientes requirieron de menos medicación para hacer frente a los síntomas asociados a estas alergias, según señala la doctora Victoria Cardona, jefe del Servicio de Alergología del Hospital Vall d'Hebron al mismo medio.
Estos datos son el reflejo de que una posible manera de protegerse ante las alergia en los periodos más críticos, sobre todo en primavera, es empleando mascarilla.
La horquilla del tamaño de los pólenes se sitúa entre 10 y 200 micras. Los filtros de las mascarillas tipo FFP2 tienen una eficacia de filtración del 92% de partículas superiores a 0,3 micras. A esto hay que añadir la estanqueidad lograda por estos tipos de mascarillas, conseguido por una correcta adaptación a la cara del paciente gracias al clip nasal y a las gomas elásticas. Por lo que podríamos considerar las mascarillas ffp2 como mascarillas anti-polen, pues con el uso de este tipo de barrera respiratorias se impide la entrada de la mayoría de los pólenes al canal respiratorio.
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