Las mascarillas FFP1, FFP2 y FFP3, también conocidas como mascarillas EPI, han saltado a la palestra durante las últimas semanas motivado por la eficacia de su estanqueidad.
A continuación expondremos una serie de recomendaciones para asegurar la consecución de la eficacia prometida por el fabricante.
En el código impreso sobre la propia mascarilla o en el envase de la misma debe aparecer qué tipo de EPI es. Revísalo, y ante cualquier duda pregunta a tu suministrador.
Según la norma EN 149:2001 + A1:2009 que regula la fabricación de mascarillas EPI, estas deben tener las siguientes tasa de eficacia de filtración mínima:
El tamaño y la forma son vitales para una correcta eficacia de la mascarilla EPI. Si no se adaptan perfectamente al rostro de su usuario, impedirá la unión hermética de la mascarilla, y por consiguiente reducirá gran parte de su eficacia y distinción con respecto a otros tipos de mascarillas.
Así, la elección de una mascarilla demasiado grande o demasiado pequeña puede conducir a que un determinado modelo de mascarilla no ajuste herméticamente al rostro del usuario.
Comprueba que la mascarilla se ajuste correctamente al rostro.
Para colocarse correctamente la mascarilla debe seguir las indicaciones del fabricante.
Los elementos de ajuste de las mascarilla, clips nasales y las bandas de cabeza, deben permitir un ajuste correcto a nariz, pómulos y barbilla.
La unión hermética de la mascarilla epi y la piel, disminuye sensiblemente con la presencia de vello facial. Así, es necesario que el rostro esté totalmente libre de vello o cabello en las zonas de unión mascarilla-rostro.
En el catálogo de Visor Medical se encuentran disponibles mascarillas FFPCOVID fabricadas en España, únicamente para protección contra el COVID19. Cumple con las garantías y certificados europeos para su fabricación, y posee el mismo factor de protección nominal que el requerido para las mascarillas FFP2 definido en EN 149:2001 + A1:2009.
